¿Os recuerda esta imagen a algún momento de vuestras VIDAS? Quizás conozcáis algún caso, en efecto, como podemos observar en la primera imagen que tenemos a la izquierda, se representa una situación digamos “normal” de un padre trabajando, y recibe una llamada, y al escuchar el mensaje corre rumbo hacia el centro de su hijo. Si recapacitamos sobre ello, seguro que llegáis a la conclusión que actúa de forma correcta.
Ahora, analicemos la segunda imagen que tenemos a nuestra derecha, seguramente ésta no nos transmite la misma sensación que antes y… ¿sabéis por qué?
Resulta que hoy en día cada vez se dan más casos de padres, que no asisten absolutamente a ninguna tutoría con el tutor de su hijo/a, acreditando la falta de tiempo o cualquier otro motivo. Pues bien, las consecuencias que de esto se derivan, son muy negativas para esos hijos, ya que la fuente de información en el propio centro es el tutor y cualquier profesional que colabore, así que si los padres no reciben esos datos no pueden saber como trabaja sus hijos, cuales son los problemas que se encuentran, aspectos positivos, etc. No obstante, tener una tutoría no implica hablar sobre los problemas que pueda presentar en un área o cualquier otra cosa, en absoluto, sino INFORMAR, ASESORAR sobre el alumno. ¿Estáis de acuerdo?
Por otro lado, decir que si todos estamos de acuerdo, debemos intentar que tanto padres, como hijos estén informados de las decisiones que se toman, ya que todos tenemos derecho a conocer los CAMBIOS que se llevan a cabo en nuestro alrededor.
Para finalizar, nos gustaría proporcionaron un enlace sobre un estudio llevado a cabo, con el objetivo de separar las distintas dimensiones de los progenitores en lo relativo a la educación de sus hijos, espero que os de datos importantes.
Adelma
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